viernes, 22 de enero de 2010

Aquí mismo

La misericordia y la verdad se han encontrado. La rectitud y la dicha se besarán mutuamente. El hombre, en su debilidad y falta de visión cree que debe tomar decisiones en su vida. Tiembla ante los riesgos que toma. Nosotros no tememos. Pero, no; nuestra decisión no tiene importancia. Llega el día cuando nuestros ojos se abren, y llegamos a entender que la misericordia es infinita. Sólo es necesario esperarla con confianza y recibirla con gratitud. La misericordia no impone condiciones. Y, he ahí, todo lo que hemos elegido nos ha sido concedido, y todo lo que rechazamos también nos ha sido concedido. Sí, también recibimos lo que rechazamos. Porque la misericordia y la verdad se encuentran juntas. Y la rectitud y la dicha se besarán mutuamente.

El festín de Babette

2 comentarios:

Lula dijo...

Le festin de Babette, en los Alphavilles, hace ya algunos años. O tal vez no tantos. ¿Círculos?

José María Márquez Rufo dijo...

Círculos. Entrar para salir. Volver para marcharse. Irse para quedarse. Ser Todo para ser Uno y regresar al Todo después sin dejar el Uno. No la había visto en su momento, aunque oí mucho hablar de ella. Me ha hablado de mí, en este momento.